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Ruegos sumergidos

Tomás Redondo Velo

 

 

 

*

 

Dilato el agua negra

que recubre mis raíces,

no ensurcará en mis cauces,

ladeo la espuma rota

al prolongar

los últimos vértices,

crucifico estas rocas

sin atravesarlas,

la medianía

ya dejó de homenajear

las temperaturas

más cercanas al salitre.

 

 

 

 

*

 

Las transparencias

blanquecinas

vuelven a ser habitables

por los que ya no flotamos.

Las nubes

trenzan canas

para los muchachos

que las distinguimos,

rotundos ruegos

protuberantes,

arterias y vigilias,

miradas longevas,

temibles rozando

ya la intrascendencia.

 

 

 

 

*

 

La mendicidad del letargo

por ansiar no caer de pie

en la hondura,

en la que alojaron

y esperaban que arraigara,

que estirase mis venas

hasta las cosas habitables.

 

 

 

 

*

 

Simulo la espera

con medio cuerpo

sumergido

y la otra saliente.

Me voy abandonando

a donde los tallos

ruegan a la luna

y los cadáveres

son satélites

de ropas chorreantes

en volandas.

 

 

 

 

*

 

Delineamos los rezos

sin aceptar la finitud,

predicando convencidos

hacia las fauces,

agazapando la espalda a lo celeste.

Su vencimiento de espuma

ahora es necesidad.

 

 

 


Tomás Redondo Velo

 

Tomás Redondo Velo (Buenos Aires, 1993) es graduado en Español: Lengua y Literatura por la Universidad de La Laguna. En el año 2016 fue galardonado con el Premio Félix Francisco Casanova por su poemario La luz desde el agua, y en 2018 con el Premio Emilio Alfaro Hardisson por Latido al aire. Ambos publicados conjuntamente bajo el nombre de Las paces con el sol (Ediciones La Palma, 2019). En 2020 vio la luz el poemario Sobre lo hiriente del aire y ganó el premio Nuevas Escrituras Canarias con Ruegos sumergidos (2021). Actualmente es profesor de Lengua Castellana y Literatura en el IES Rafael Arozarena, en Tenerife.