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Yo amaba a Toshiro Mifune

Tina Suárez Rojas

 

 

 

ESTÉTICA DE LA CONSUMACIÓN

 

perché non ti posso dire che sono brava

Amelia Rosselli

 

¿Cuánta devastación cabe en un poema?

¿Puede un poema albergar mi desconsuelo?

¿Qué metáfora soporta el cáliz de mis noches?

¿Conduce a la nada esta sucesión de palabras?

Si por más que me pronuncio no sucedo no acontezco

si acaso este dolerme es oficio de poeta

entonces

asoma tu testa indecible

de entre estas íntimas miserias y dime Poesía:

¿en la viga de qué verso colgaré mi soga?

 

 

 

 

TEMPUS FUGIT

 

Esta piel mía, fantasmal y tensa,

que envejece sola.

Alberto Girri

 

No puedo yo no puedo abrirme paso

a cuchilladas por entre los cortinajes

del tiempo y rajarlo

asesinarlo matarlo literalmente para que no transite

para que no me tire del pellejo y me lleve

—sórdido ropavejero al servicio de la parca—

sin oponerle resistencia me lleve

prendida en el mefítico aliento de su esencia

a ese lugar sin memoria a esa patria desasida

a esa estación de espera y despojo a la intemperie

que llaman decrepitud.

 

 

 

 

CATÁBASIS

 

Caigo

desciendo

me precipito

vertical

pena

alas

sin vuelo

ovillada

en un

incendio

azul abajo

me proyecto

sueño

en picado

cera

fundida

naufragio

en llamas

cielo

volcado

ave

truncada

y ya.

Las hijas de Ícaro van a dar a la mar.

 

 

 

 

QUIÉN

 

¿Quién soy yo

cuando no

escribo?

Rose Auslänger

 

No sé quién soy cuando no empuño la pluma.

Me desintegro me automatizo me disperso

en los afanes que instrumentan la rutina.

No sé si carne de poema para otras manos

que escriben

manos que tensan el verso

sobre el que camino. Si fuera así

¿qué tinta de amanuense va esbozando

mi existencia?

No sé qué devenir adjetiva mis pasos

cuántos sustantivos me amparan

si soy metáfora solvente o previsible artificio.

Qué mineral me precipita qué rizoma me sustenta

qué pobre bestia me encubre…

No sé en qué me transformo fuera de la escritura.

Pero falta calor falta consuelo si no me extingo en las palabras.

Morir en las palabras me da la vida.

 

 

 

 

IMPERFECTA

 

□ Que soy de carne y hueso

de pan y mantequilla en las mañanas

□ que leo a rabiar y no dedico tiempo

a ese tráfago irreal que llaman vida

□ que a veces río y me expongo al sol del alborozo

con la efervescencia de una quinceañera

que desconoce la náusea

□ que sé andar silbando entre las balas

pero me mata a quemarropa quedarme a oscuras

□ que me agobian las bibliografías

□ que me asusta el rostro de la gente

□ que monto guardia cada noche

para aplazar un sueño sin retorno

□ que tengo aspavientos de náufrago

cuando todo está en calma

□ que mi estado natural es el desasosiego

□ que visto alma de expresidiaria

□ que amo la luna con su seno al descubierto

y a la Giganta de Baudelaire más que a mí misma.

□ Que soy una mujer que se mira al espejo

y siempre se descubre una herida abierta.

Me desnudé me definí ante ti

te mostré mis arrabales mis dioses tutelares

mi parvo horizonte

 

☒ pero tú marcaste la equis 

en la casilla de la indiferencia. 

 

 

 


Tina Suárez Rojas

 

Tina Suárez Rojas (Gran Canaria, 1971). Licenciada en Filología Hispánica y profesora de Lengua Castellana y Literatura. Es autora de: Huellas de Gorgona, Pronóstico reservado, Una mujer anda suelta, Que me corten la cabeza, El principio activo de la oblicuidad, La voz tomada, Los ponientes, Las cosas no tienen mamá, Blas y Catalina tras el Genio de la Ciencia, Brevísima relación de la destrucción de June Evon, Delirografías de un pequeño Dios, Así habló Sara Trasto y Mi corazón es un cubo de Rubik desordenado. Su último poemario es Yo amaba a Toshiro Mifune. Ha recibido galardones tales como el Premio de Poesía Tomás Morales 1996, el Premio Internacional de Poesía Ciudad de Las Palmas 1997, el Premio Internacional de Poesía Gabriel Celaya 1999 y el Premio Carmen Conde de Poesía 2002.